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Gastronomía

Desde el tiempo de los romanos y según nos confirman en sus escritos los historiadores “Plinios” en aquella época eran muy famosas las cacerías de unas aves llamadas estorninos que se cazaban en grandes cantidades en la ciudad de Alpesa, costumbre y tradición que ha llegado hasta nuestros días y que por privilegios de Reyes y Jefes de Estados en distintas épocas otorgaron a ciertas familias de Villaverde mediante pragmáticas para que en todos los lugares de España donde estas aves se cazaran estuvieran forzosamente miembros de estas familias privilegiadas para tener parte y beneficios en las mismas. Villaverde antaño era abastecido totalmente de la carne de estas aves en los meses de octubre hasta marzo, exportando estas aves a todos los mercados de la capital.
Por ello este pueblo ha sabido hacer desde tiempo inmemorial platos típicos con estas aves, que tienen un sabor distinto a las carnes de otras aves, puesto que las mismas comen muchas aceitunas, dándoles su particular sabor De entre sus platos los más típicos son : las tripas de estorninos y sus menudillos que bien refritos o con patatas tiernas forman un manjar delicioso.

Hay otro plato muy típico y exclusivo de Villaverde llamado “Voronía” que si bien sus raíces se cree fue aprovechar el cocido de calabazas, sobrante del día anterior, ya sin la típica pringá, consistía en refreir este cocido en un poco de aceite añadiéndole un refrito de ajos y cebollas, con un poco de pimiento molido o mimentón y unas gotas de vinagre de vino. Con el tiempo se independizó del cocido sobrante y se suele hacer independientemente a base de garbanzos, calabazas, pimientos verdes, ajos, cebollas, aceite, pimentón y un chorreoncillo de vinagre, siendo éstos muy bien condimentados.

Mención especial las carnes guisadas, que se suelen preparar para llevar a la romería.

 

Dulces


Con respecto a los dulces famosos típicos de esta Villa, se encuentran sus pestiños, los piñonates y sus gañotes, siendo totalmente distintos a como suele hacerlos y saborearlos en otras ciudades.

Y los roscos del dedo, roscos de manteca y vino, que reciben este nombre porque tras realizar una pequeña bola con la masa se aplasta pulsándola con el dedo. Se suelen preparar para la romería del Convento.